lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Banca Cívica?

“La desaparición de las cajas de ahorro y su sustitución por bancos privados es una acción incívica”

La salida a bolsa de Bankia y Banca Cívica es la culminación de un proceso para permitir al parasitario capital financiero echar mano a miles de nóminas domiciliadas y apoderarse a precio irrisorio del patrimonio de las Cajas, fruto del esfuerzo colectivo de las personas trabajadoras.

Somos MÁS – Frente Amplio denuncia los procesos de privatización, tanto de Bankia, como de Banca Cívica, enmarcados dentro de la reforma del sistema financiero que promueve el gobierno zapatero, mediante la desaparición de las cajas de ahorro, fusionándolas en bancos que se han puesto a la venta.

Las Cajas de Ahorro en su origen estaban dirigidas a personas trabajadoras o pequeñas empresas, orientadas, en un principio, al ahorro pagando una tasa de interés por los depósitos, y sólo efectuaban préstamos sobre el monto del depósito, no de carácter financiero. Bajo dicho mecanismo los ahorros de las clases populares estaban más protegidos del capital financiero y su juego especulativo, pero ya en 1977 se eliminaron restricciones legales que permitirían a las Cajas de Ahorro (Reforma de Fuentes Quintana) actuar como los bancos. 

La falta de control popular y democrático sobre las cajas ha permitido que se adulterara su carácter social y sus recursos se colocaran al servicio de compañías privadas, como ejemplo tenemos la comercialización de los productos de CASER a través de Caja Canarias. La reforma de Zapatero va más allá, su objetivo ha sido dejar directamente en manos privadas todos esos recursos que se han acumulado gracias al esfuerzo de trabajadoras y trabajadores, asalariados y autónomos que durante mucho tiempo han colocado sus ahorros en estas cajas. ¿Cómo? Obligando a las cajas a integrarse en una entidad bancaria que posteriormente ha salido a bolsa y sus acciones han sido o están siendo compradas por otras compañías cada vez a precios más irrisorios.

Acciones de Bankia han sido adquiridas por el Banco Financiero y de Ahorros, MAPFRE, Banco Santander, Caixabank, Mutua Madrileña, Banco Sabadell, Banco Popular y El Corte Inglés, mientras acciones de Banca Cívica han sido compradas por Credit Suisse y Morgan Stanley, pero el capital financiero sigue frotándose las manos y esperando para terminar de hacerse con Bankia y Banca Cívica a un precio de risa, pues a 27 de julio de 2011 las acciones de la primera habían caído un 2,26 % y las de la segunda un 10,7 % desde su salida a bolsa, incluyendo Bankia más de 4.500 oficinas, sin contar las ubicadas en el extranjero y unas 1.551 Banca Cívica.

Ahora Bankia y Banca Cívica tienen que garantizar beneficios a los accionistas exprimiendo a las trabajadoras y trabajadores asalariados y autónomos que colocan en ellas sus ahorros.  Ya Bankia adoptó una política de cobrar 2€ mensuales a las cuentas que tengan menos de 2000 €, el cobro de comisiones se multiplica, y no ofrecen mejores condiciones para las hipotecas que los bancos convencionales, así las clases populares quedan sometidas cualquiera que sea su elección.

Somos MÁS las víctimas de estas políticas y debemos plantar cara reclamando otra regulación de la actividad financiera que le dé un fin social, productivo y sostenible, no especulativo, insostenible y parasitario de las mayorías. Es imprescindible socializar la banca y ponerla al servicio de las personas trabajadoras.

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